viernes, 21 de marzo de 2014

Scatron

Uno de los muchos juguetes educativos "para mayores" de nuesta infancia fue el Scatron.
Conectar un par de cables a una bombilla y una pila de petaca se nos quedaba muy
corto para nuestra curiosidad científica.

El juguete consistía en un trozo de cartón en el que se encontraban diferentes componentes electrónicos como resistencias, condensadores, diodos, transistores, una bobina...

Para montar los circuitos conectábamos los componentes unos con otros sujetando los cables a unos muelles. Una solución medio ingeniosa para la época aunque hoy en día totalmente superada gracias a las placas de prueba (breadboard ó protoboard para los amigos).


La caja del Scatron
La caja del Scatron

Desde el punto de vista didáctico el producto se quedaba muy corto.
Explicaba muy poco y además muy mal el porqué del funcionamiento de los componentes. No es cuestión de entrar en temas de caídas de tensión ni de intensidades. Con muy pocas palabras se puede explicar el funcionamiento de cualquiera de los circuitos que venían.

Lo que ocasionaba esto es que los chavales montásemos los circuitos siguiendo simplemente el esquema de conexiones sin tener una vaga idea de porqué era así.

Y lo peor de todo es que cuando se acababan los escasos circuitos que venían ya no quedaba otra que ponerse a conectar los cables "al tun tun" esperando que algo funcionase... y lo que realmente pasaba es que polarizábamos mal el transistor y lo quemábamos. En este punto el juguete se terminaba pues dejaban de funcionar los circuitos.

Aquí empieza la ciencia
Aquí empieza la ciencia

Scatron no era un mal juguete para la época pero se quedaba muy muy corto en muchos aspectos. 
Aún así muchos disfrutamos desde el circuito de la sirena hasta que escuchamos muy de lejos y con pésima calidad las voces de una emisora de AM gracias al circuito final de radio.

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